Gita Treice Ilustradora de Letonia

Como ilustradora, soy una buscadora inquieta. Lo más importante para mí es hacer que todo el proceso de ilustración sea interesante. Probablemente por eso se me ocurrieron algunas técnicas originales: experimento con papel, pintura y otros materiales. He hecho figuras de cartón móviles para dos libros, una colección de muñecos que se sujetan con tornillos de metal. Trabajé con papel japonés prensado a mano que se puede rasgar y colorear de diferentes maneras, y que se modifica dependiendo de la cantidad de agua con la que se trabaje sobre él. Con esto se puede lograr una amplia variedad de efectos. El papel tisú tiene una textura completamente diferente. Pero también puede ser que solo use papel de acuarela y le ponga un dibujo a lápiz... Para mí es muy importante que el proceso creativo siga siendo interesante.

Después del desayuno subo las escaleras a mi estudio, cierro la puerta, le sonrío a mi puesto de trabajo y comienzo. Pero antes de ponerme manos a la obra, me he preparado ya un café extra.

Para ser honesta, me inspira más la pintura, la escultura y otras formas de arte que la ilustración. La pintura es mi verdadera pasión.

Mi primer trabajo impreso fue un libro de poesía para niños. En ese momento todavía estaba estudiando en la Academia de Arte de Letonia. Fue una combinación de pintura y collage.

Mi proceso creativo es muy corporal. Paso las manos sobre mi trabajo para sentir su presencia. Tengo una conexión física real con mis originales. Por supuesto, este "milagro" se relativiza tras la imprenta y demás procesos técnicos. Intento constantemente mejorar mi flujo de trabajo. La memoria de mi teléfono está llena de trabajos sin acabar. Cuando me despierto por la noche, los miro y me doy cuenta de que esta o aquella imagen debe cambiarse, que debe ajustarse aquí y allá. Las imágenes han sido revisadas por mis ojos tan a menudo ... Estoy en contacto constante con mi trabajo. Hice mi máster en pintura, por lo que veo todo lo que hago artísticamente a través de estas lentes, las lentes del pintor.

El artista francés Jean Dubuffet, por ejemplo. Sus dibujos me hacen sonreír.

Realmente disfruto escuchando varios programas de radio, música y también audiolibros mientras trabajo.

Me gustan mucho las historias en las que los animales encarnan características humanas, como las fábulas de Esopo. Me encantaría ilustrar eso.

Mi marido y yo compartimos la pasión por viajar a países lejanos y exóticos: escalar montañas, caminar por senderos difíciles, conocer a la gente de por allí... Busco autenticidad en todo, no en una fachada decorativa, del mismo modo que lo hago en el arte.

Esa "lucha" suele tener lugar al comienzo del trabajo hasta que descubro qué técnica quiero emplear para las ilustraciones. Después de eso, trabajo muy rápido. Y, por supuesto, los plazos son motivadores.