Hugo y la columna de fuego

Hugo y la columna de fuego

Entre tanto, “Eloína Comino & Co” son un equipo muy coordinado. Un hotel de la costa les pide ayuda. Los Cazafantasmas se temen lo peor. No se puede jugar con FAREHORRIN.

Del Hotel La Perla de la Playa dale un humo muy denso: impredecibles espíritus de fuego amenazan a los invitados. Pero ya están los cazadores de fantasmas en el lugar. Con los trucos anti-espeluznantes del jugo de alcaravena de Hedwig, los terroríficos expertos finalmente pueden penetrar la muralla de humo. Pero la próxima tarea peligrosa no tardará en llegar ...

Tom tenía muy buen olfato. Sin embargo, aquel día le falló. Debería haber sospechado del profesor Adulón nada más entrar en su enorme y penumbroso despacho.-Siéntate, Tomsky -le dijo mientras tomaba un sorbo de su taza de café. Hacía sólo un mes que el profesor Adulón pertenecía al tribunal examinador de la Asociación de Cazafantasmas. Tom no le había visto nunca.-Tú eres ese chico que trabaja con Eloína Comino, ¿no es cierto?Tom asintió. Los ojos del profesor eran de una claridad singular, casi incoloros, como todo en él. Su piel era extremadamente pálida y su escaso cabello, enrollado alrededor de su cabeza calva, tenía el color del barro seco.

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